lunes, 26 de mayo de 2008

Carta de la Hermana Lucilia desde Inharrime Original en Portugués

Queridas madrinas, padrinos, amigos y amigas,

¡Cuánto tiempo sin contaros nuestras noticias!. Os pido disculpas. Fueron varios los elementos que se juntaron y me impidieron comunicarme: mucho trabajo y poca salud fueron los principales responsables de mi silencio. Cuando no estoy bien, miro los correos y digo: “¡mañana! ”… pero el mañana se va retrasando y cada vez se complica más.

Estamos en la celebración de la semana de la madre y me gustaría decirles a todas las madres que las tuvimos y tenemos muy presentes. A cada madre (madrina) de nuestros niños y niñas le deseamos lo mejor: felicidad, alegría y que siempre sientan el cariño y el amor de sus hijos. ¡Gracias por ser madres!, por aceptar dar la vida y continuar dándola cada día en gestos de amor.

Aquí en el Centro, las internas siguen creciendo. El primer dormitorio está lleno y ya no entran más camas. Espero que, aún dentro del mes de mayo, podamos pasar a las mayores para el segundo, que también va a quedar muy bonito. Las camas estarán dentro de pequeñas áreas con cortinas estampadas; una vez que las niñas comienzan a tener cierta edad necesitan un poco de privacidad. En cuanto esté todo terminado enviaré una fotografía, compartiendo con vosotros lo que hacemos aquí.

Hablando de cosas hechas, os quiero decir que ¡los sueños se van haciendo realidad!. ¡¡¡La panadería ya da pan a mucha gente!!!. El proyecto para dar CASA, PAN Y TRABAJO, comienza a concretarse. Es emocionante ver salir, en el descanso de las 10 de la mañana, 16 cestos con 1300 panes para los alumnos de la escuela. Cerca de mil salen para los puestos de venta a cargo de familias, que así consiguen una fuente de ingresos. Son muchas las personas que paran en la panadería “ El pan del viajante”, para comprar el mejor pan del pueblo. Los panaderos son 10. Envío las fotos para que, por lo menos, ¡saboreen nuestro pan con los ojos!.

La construcción de la escuela de primaria está avanzando, y el cuarto dormitorio, para las chicas estudiantes que por ahora viven en las minúsculas cabañas, también está a punto de empezar a construirse.

Vuestros ahijados vinieron ayer a buscar los vales, como cada mes, para recoger alimentos en la tienda. Hoy estamos sacando fotos y espero poder enviarlas en unos días a cada uno de vosotros. Como ya son muchos me tienen que ayudar los voluntarios, porque yo sola no doy abasto.

La muerte también llama a la puerta de alguno de nuestros ahijados, y el sufrimiento es grande cuando llega una madre y nos dice: “mi niña, o mi niño ya no existe”. Nunca nos acostumbramos al sufrimiento y a la separación… para mí es siempre un dolor renovado, al igual que darle la noticia después al padrino o madrina. Pero esta es todavía la realidad de los pobres.

Queridos amigos, mucho hay que contar pero la carta ya es bastante larga y sé que vuestro tiempo es también limitado. Sientan todo el cariño de cada uno de los niños y niñas, de las familias y de todas las Hermanas. De mí acepten, además de una profunda amistad, también un agradecimiento sin límites por ayudarme a dar forma a los sueños de hacer el bien.

Su hermana que les quiere de corazón.

Lucília Teixeira

2 comentarios:

JULIA dijo...

A mi, desde España (Bilbao), me gustaria agradecerle a la hermana lucilia todo lo que está haciendo por esos niños,yo la conozco y me consta todo el empeño y el esfuerzo que pone en este proyecto.Me gustaria animar a todo el mundo a que colaborasen con una pequeña aportación que para ellos es una gran ayuda.GRACIAS

Amigos de Inharrime - España dijo...

Muchas Gracias, Julia.

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